Si a finales de la década de los ochenta y principios de los noventa tuviste una consola de Nintendo, seguramente en algún momento intentaste soplar a tus cartuchos cuando estos no funcionaban a la primera, pero… ¿esto realmente funcionaba?
Yo sé que muchos se sentirán identificados inmediatamente. Cuando un videojuego de Nintendo de aquella época no funcionaba bien, no arrancaba, se trababa o reiniciaba; nuestra solución era tomar el cartucho y soplar hasta que éste volviera a “jalar”.
Tras este soplido, se suponía que el juego volvería a funcionar correctamente y hay que reconocer que muchos ocasiones dio la casualidad de que ocurría. No obstante, realmente está no era la mejor de las ideas, pues lejos de solucionar el problema sólo lo hacías más grave.
Soplar los cartuchos
Comencemos entendiendo el problema. Cuando los cartuchos no funcionaban correctamente, básicamente se debía a que las pequeñas barras de níquel de la consola se doblaban ligeramente cuando se insertaba el propio cartucho. Estas volvían a su posición original cuando se retiraba el juego.
Con el paso del tiempo, estas barras no hacían contacto con la misma fuerza y, además, los cartuchos tenían contactos de cobre que de a poco se oxidaban, complicando la lectura del cartucho. A partir de estos problemas, se comenzó a generalizar la creencia de que cuando un videojuego no arrancaba, tenías que sacar el cartucho y soplarle para quitarle el polvo que se pensaba se acumulaba en los conectores.
Lo cierto es que esto no solucionaba absolutamente nada y solo aceleraba la oxidación de los componentes de cobre. Por lo tanto: soplar el cartucho sólo contribuía para que este dejará de funcionar en menos tiempo. Aunque no lo notarás, terminas escupiendo a los componentes del juego.
Para que un juego volviese a funcionar solo debías sacar el cartucho y volver a meterlo hasta que los componentes se acomodaran de forma correcta. Con esta dinámica el cartucho sigue funcionando sin afectar sus componentes en ningún momento.
Nintendo nos lo advirtió
Nintendo siempre nos advirtió de forma directa que soplar a los cartuchos de Nintendo no funcionaba y era realmente inútil. Basta con ver la parte posterior de un cartucho de Nintendo 64 para encontraremos con una interesante advertencia.
En la parte de las precauciones que se podía leer en el tercer punto la siguiente recomendación: “No soplar el borde del conector ni tocar con los dedos”.
Y es que claro, para algunos no era suficiente con soplarle a los cartuchos. En su intención de quitar el polvo de los conectores del dispositivo, muchos tomaban un paño con sus manos e intentaban limpiarlos. Esto provocaba peores resultados que solo soplarle al cartucho.
Así que lamentamos romperte el corazón y sacarte del engaño en el que has vivido todo este tiempo, pero soplar a los cartuchos de Nintendo realmente no te servía de nada. Al contrario, solo provocaste que su tiempo de vida fuera más corto. Así que si todavía tienes juegos de NES, SNES, Game Boy o Nintendo 64 te recomendamos que no les soples nunca más.