El Parlamento Europeo aprobó el llamado ‘derecho a reparar’, el cual consiste en asegurar mejores condiciones para los usuarios en el mercado de dispositivos electrónicos. El objetivo de esta iniciativa es, principalmente, que los consumidores puedan reparar sus artículos sin trabas legales y con información clara y precisa.
En Europa, se verán unas etiquetas en las cajas de los dispositivos electrónicos en los que mostrarán una puntuación. Ésta se calculará basándose en la vida útil que se estima para el producto, la posibilidad de reparar sus piezas y las garantías que incluyen tanto el producto como las piezas de recambio que se utilicen en las reparaciones.
Son cuatro puntos principales los que se aprobaron y se verán reflejados gradualmente:
- Se debe garantizar que los consumidores obtengan garantías legales con respecto a la vida útil de un producto; es decir, quitar las trabas legales que imposibilitan la reparación, reventa y reúso de un artículo electrónico.
- Los fabricantes serán directamente responsables de cualquier defecto potencial del producto.
- Los fabricantes también deberán poner una etiqueta en sus productos en donde se indique una estimación de la vida útil de los aparatos. Además, deberán tomar medidas para abordar y corregir el problema de la obsolescencia programada.
- El derecho a reparar hará que los arreglos sean de fácil acceso y más baratos que en la actualidad.
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“Esto podría permitir a los consumidores tomar decisiones más informadas antes de comprar bienes y, con ello, evitar cualquier problema a futuro con sus dispositivos”, detalló la BEUC en un comunicado.
Según algunas fuentes, el primer país en Europa que dará espacio a estas modificaciones será Francia. Su implementación iniciará en enero de 2021